“Tu cuerpo te pertenece”
La Ley Belén y la Ley Olimpia conforman dos proyectos con los cuales se busca erradicar la violencia de género digital. Ambas iniciativas nacieron de la lucha de mujeres que sufrieron la violación a su intimidad.
Los avances de las tecnologías de la información han modificado los hábitos de los ciudadanos, y con ello, el tipo de delitos que cometen.
Es necesario que internet se convierta en un espacio seguro para las mujeres
La violencia digital se perpetra a través de los medios digitales, cómo redes sociales, correo electrónico y aplicaciones de mensajería móvil, y no está desconectada de la violencia machista que se vive fuera del mundo online.
En nuestro país, se presentaron dos proyectos con la finalidad de poder tipificar la violencia digital cómo un delito. Uno de los esquemas se denomina ley Olimpia, y el otro ley Belén, y ambos fueron expuestos en el edificio anexo de la Cámara de Diputados el 11 de julio de este año.
La diputada del Frente de Todos, Mónica Macha sostuvo al abrir el acto que: “Debemos trabajar sobre la violencia digital, entendiéndola cómo una forma de violencia contra las mujeres”. Uno de los proyectos intenta incorporar la violencia digital cómo un delito al Código Penal, lo cual permitiría a quienes filmen o graben sin la pertinente autorización, cuerpos de mujeres en situación de intimidad, ser penalizados.
Mientras la ONU intenta concientizar sobre las consecuencias de difundir imágenes sin consentimiento, en Argentina aún no existen leyes que protejan los derechos digitales de las personas. La prevención del ciberacoso sigue siendo insuficiente ante el crecimiento del delito contra las mujeres y los jóvenes.
En España, así se trata la violencia digital
La circunstancia impacta esencialmente en el espacio de las mujeres. En España en el año 2021 cerca de 30.000 personas fueron acosadas desde redes tan populares, cómo Instagram o Facebook, cómo a través de la mensajería instantánea, correo electrónico o WhatsApp. La gravedad del caso no se ubica tanto en las cifras conocidas sino más bien en el agujero negro de las no denunciadas.
En el último año, la denominada violencia digital se ha incrementado, según cifras del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC), dependiente del Ministerio de Interior, en un 17,5%, pasando de 23.972 denuncias que se recibieron en 2020, a 28.169 por hechos de idénticas características.
Los jóvenes y las mujeres son las que más sufren está modalidad delictiva, que van desde las amenazas y la extorsión a la revelación de secretos y la violencia de género. El desconocimiento en numerosas situaciones alcanza, a los autores de los hechos delictivos quienes: “Muchos no tienen consciencia de que, por ejemplo, compartir sin el consentimiento de una persona imágenes suyas a terceros, es también un tipo de violencia con consecuencias penales”.
Bodyright es un programa del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que intenta que los derechos de las imágenes de los cuerpos de las personas sean tenidos en cuenta de la misma manera que lo son los derechos de propiedad intelectual.
Este tipo de violencia puede incluir:
- Ciberacoso: envío de mensajes intimidatorios
- sexting: recepción o transmisión de imágenes o videos que conllevan un contenido sexual a través de las redes sociales, ya sea con o sin autorización de quien los coloca en el medio.
- doxing: publicación de información privada o identificación sobre la víctima
La violencia de género en línea, constituye una violacion de los derechos humanos porque conforma una forma de violencia y discriminacion contra las mujeres que se manifiesta en acciones ejercidas contra las mismas. Está agresión es ejercida por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, a través de teléfonos móviles, internet, plataformas de redes sociales, o correo electrónico.
Las diferentes formas a través de las cuales se manifiestan los distintos tipos de violencia que se pueden ejercer son:
Psicológica
Sexual
Económica y patrimonial
Se afirma que el incremento de las cifras es fruto por un lado, de la mejora en las tecnologías de la información, pero también se sostiene que se produce por la ausencia de vacíos legales para perseguir este tipo de delitos que generan espacios de impunidad.
Ley Belen y Ley Olimpia
La ley Belen está inspirada en la historia de Belen San Roman, una joven que es conducida al suicidio luego de la difusion no consentida de material intimo. La legislación propone que la difusión no autorizada de imágenes y videos se tipifique cómo delito con penas de multas e inclusión de prisión.
La ley Olimpia busca que se incluya a la violencia digital, en la ley 26485 de protección integral a las mujeres, en busca de prevenir, sancionar y erradicar la violencia. La denominación de la ley lleva el nombre de otra víctima: Olimpia Coral Melo, quien sufrió una situación de vulneración de material íntimo y es la impulsora de está normativa vigente en México en la actualidad.
“Queremos vivir libremente y poder disfrutar de nuestra sexualidad, nada más ni nada menos”, expresó la diputada del Frente de Todos, Mónica Macha. La difusión de imágenes íntimas sin consentimiento “tiene efectos devastadores”, informó la ministra Gomez Alcorta en el acto de presentación de está legislación.
Anteriormente, se llegaron a presentar 25 proyectos de ley, para castigar la difusión no consentida del material íntimo y otros para lograr modificar la ley 26485. Algunos lograron media sanción pero quedaron sin aprobación final.
“El ámbito digital reproduce las mismas lógicas machistas que se dan en el plano analógico y ello hace que mujeres y niñas se vean particularmente más afectadas por estas conductas”, señaló la presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad y diputada del Frente de Todos, Mónica Macha.
La violencia digital vista desde la ESI
Desde una perspectiva de género y derechos, la ESI es el marco ideal para plantear estrategias pedagógicas que permitan la detección, prevención y abordaje de la ciberviolencia de género. Asimismo, la Educación Sexual Integral es fundamental para poder modificar las creencias, los comportamientos y las pautas culturales, mediante las cuales se logra la subordinación, opresión,y desvalorización de las mujeres y otras identidades disidentes.
La ESI está basada en la prevencion de toda forma de violencia, coercion y abuso sexual, constituyendo la Escuela un espacio clave para poder trabajar la erradicacion de todo tipo de agresion.
Desde la ESI se debe trabajar reflexionando sobre el concepto clave de “Consentimiento”, donde se debe hacer notar la diferencia entre lo que significa que: el no es no y solo el si significa si.
El proyecto de la ESI, intenta brindar herramientas para que niños, niñas y adolescentes eviten conductas de riesgo y agresiones, y en el caso de haberlas vivido, cuenten con todos los elementos necesarios para ser capaces de acudir a sus cuidadores. La ESI tiene un rol gravitante pero a pesar de ello aún no es una realidad vigente en las aulas.
Daniel Hector Saban
danielhsaban@hotmail.com
danielhectorsaban@gmail.com
@danielhectorsa3


No solo en la calle hay que andar con cuidado, tremendo lo que se vino con era digital
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