21/09/2022

Los cuentos de Elda


  

Una galera en el campo

Elda Massa 


Era temprano. Amaneció brumoso. Miró a través de la ventana. El mismo paisaje reiterado de siempre.  Qué quietud, qué serenidad, todo tan estático.

Y sí, el campo es así, raramente pasan cosas, sus etapas son siempre las mismas: primero sembrar, después  ver crecer,  madurar, y al fin cosechar.

Estaba absorta en sus ideas, en sus tiempos, pensando cuánto faltaría para levantar la cosecha, cuando  creyó ver algo a la distancia, en el medio del sembrado.

Ahora era el turno del cielo, observar bien para ver si iba a llover y cuidar que no se arruinara la cosecha.

De nuevo fijó la vista  hacia adelante ¿de quién era esa figura que veía a la distancia? ¿Se movía o era su impresión? ¿Era humana?

            Miró con fijeza era  un hombre, parecía estar quieto, vestido con traje y galera. Sintió su propio rostro iluminado.   El inglés.   Tenía que ser él.

Había pasado tanto tiempo soñando ese reencuentro. Se habían escrito,  pero deseaba verlo, estrecharlo, besarlo. Tanto tiempo esperando ese momento. Su vista se empañó, sus ojos se humedecieron, y comenzó a temblar  una emoción  intensa, asfixiante, la embargó. El inglés, su gran amor.

No lo pensó más, iría a su encuentro, apuró el paso, ¿Cómo no le había avisado que vendría?  Ahora sí disfrutarían.   En Londres todo había sido muy difícil,   la familia no comprendió.

A medida que se acercaba le parecía que también esa figura se le aproximaba, ¿era él?

Estaba cerca, el andar tan rápido y la emoción, la agotaban, se sentó un momento y retomó su camino.

La figura ya no se veía.

¡Pero si había estado allí!    La había visto, más aún, se movía,  se le acercaba.   Miró a su alrededor sin entender que había pasado.

 En el camino apareció un niño con una galera en sus manos:

- ¿Quiere usted quedársela? La encontré esta mañana y no sé qué es.

   

4 comentarios:

  1. ¡ Final inesperado ! Describe muy bien las emociones. imposible dejar de leer. Beatriz

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  2. Muy bueno el cuento, atrapa e invita a seguir leyendo.

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  3. ¿ No hay más cuentos ? Me quedé con ganas de seguir leyendo. Sintético, pero describe muy bien los sentimientos del personaje. Beatriz

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